El pueblo indígena Mehinako habita en la región amazónica del Alto Xingú, amparada por el Parque Indígena Xingú, el cual es considerado la reserva de su tipo más grande y famosa en el mundo. Hablan la lengua arahuaca y hoy suman unas 300 personas, menos del 25% de las descritas por el primer explorador que tuvo contacto con el pueblo mehinako, a finales del siglo XIX (1884), el alemán Karl von den Steinen.

A mediados de la década de 1950, la población indígena Mehinako abandonó su aldea más antigua, en la región del río Tuatuari, debido a conflictos con otros grupos indígenas, y se trasladó para unirse a la región que luego se denominó Parque Nacional Indígena Xingú. En la década de 1980, decenas de indígenas murieron a causa de brotes de gripe y sarampión, lo que redujo significativamente su población y también los hizo dependientes del apoyo médico de los “blancos”. Los Mehinako han mantenido y transmitido sus tradiciones a las nuevas generaciones, siendo la principal un gran evento funerario conocido como Kwarup.

Excelentes artesanos, los Mehinako conservan sus artefactos tradicionales. Corresponde a los hombres confeccionar las bancas de madera (utilizadas en las festividades), remos, máscaras y palas de beijú (utilizadas para preparar uno de sus principales alimentos), además del atado final de las canastas. Las mujeres cosechan, preparan y tiñen los hilos de palma buriti (paja utilizada para trenzar), las redes, las cestas y las esteras.